“Sana tu mente, ama tu cuerpo”: porque al parecer las mujeres también comen y sienten
En un giro sorprendente (pero necesario), la Secretaría de la Mujer ha decidido que ya es hora de dejar de hablarle sólo a las estadísticas y comenzar a hablarle a las mujeres reales. Judith Ortiz Monroy, titular de la dependencia, anunció con entusiasmo el nuevo programa “Sana tu mente, ama tu cuerpo”, una propuesta que suena a mantra de influencer, pero que promete algo más profundo: bienestar emocional, nutrición sin obsesión por la báscula y algo que en San Juan del Río casi no se ve… seguimiento real.
La iniciativa arrancará el próximo 27 de marzo y durará seis meses. ¿La meta? Acompañar a entre 150 y 200 mujeres en un proceso integral de cambio interior (y si se puede, exterior también, pero sin presiones). Contarán con una nutrióloga, ejercicios, pláticas sobre emociones y autoestima. Todo esto con el enfoque revolucionario de que estar delgada no es sinónimo de estar bien. Increíble pero cierto.
“Más que del peso, es la alimentación… cómo empezar a cuidarnos a partir de lo que tengamos en nuestro entorno”, explicó Ortiz, demostrando que sí es posible hablar de nutrición sin que aparezca la palabra ‘dieta keto’.
Las sedes estarán en puntos estratégicos como Corregidora 162, Cerro Gordo y el centro de la ciudad, con un plan de expansión para que las mujeres no tengan que cruzar medio municipio para ir a una plática sobre cómo sobrevivir al azúcar y a la presión social.
Pláticas a la carta (pero con perspectiva de género)
Además del programa estrella, la Secretaría continúa repartiendo pláticas por escuelas, empresas y hasta grupos de WhatsApp, si se lo piden. Tienen un catálogo de 25 a 30 temas que van desde violencia en el noviazgo hasta ciberbullying, todo con enfoque de género, claro está, porque ya era hora.
“Adaptamos las pláticas al público. Hacemos un traje a la medida”, dijo Ortiz. Lo cual suena muy bien, aunque no queda claro si también hay talla extra para machismos normalizados.
¿Y los enlaces púrpura?
Para cerrar con broche morado, la Secretaría lanzó los enlaces púrpura, un grupo de alrededor de 100 mujeres que se formaron como voluntarias en sus comunidades para servir como vínculo entre la dependencia y la realidad (sí, esa que no siempre entra en las oficinas de gobierno).
Ellas ya tomaron protesta —con evento y todo— y ahora serán las gestoras de las necesidades y propuestas de sus vecinas. Porque, como bien dijo Ortiz: “Si nosotras no estamos bien, es complicado que lo esté la familia”. Nada que no se supiera, pero siempre es refrescante oírlo desde un escritorio institucional.
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