Les cae la FGR en pleno huachicoleo sobre la México–Querétaro

Ni el calor ni el tráfico impidieron que la Fiscalía General de la República (FGR) llegara puntual y sin avisar al kilómetro 168 de la autopista México–Querétaro, donde varios tractocamiones fueron sorprendidos como sospechosos de participar en una toma clandestina de hidrocarburos. Y no, no estaban repartiendo agua bendita.

El operativo federal se desplegó como parte de una investigación en curso sobre el robo de combustible —el famoso huachicol— que, además de dejarle agujeros a los ductos de Pemex, también le hace boquetes al presupuesto nacional.

Con el respaldo de técnicos de Pemex y el Ejército Mexicano, la FGR aseguró los vehículos, que transportaban contenedores llenitos de lo que parece ser gasolina sacada «por la libre». Por si las dudas, los bomberos de San Juan del Río también se quedaron en el sitio, no para apagar pasiones, sino posibles fugas.

Como si fuera una escena sacada de una película de acción (pero con olor a diésel), las autoridades también encontraron un predio junto a la autopista que habría sido adaptado con todo y orificio en el kilómetro 158, presuntamente conectado a los ductos. Ahí nomás, para hacer el llenado exprés sin pasar por la gasolinera.

Los tractocamiones —muy campantes— ya fueron asegurados y serán trasladados a instalaciones de la FGR para continuar con los peritajes. Mientras tanto, el operativo sigue su curso con soldados, municipales y un montón de gasolina que no llegó al tanque de ningún conductor.

Este golpe forma parte del combate frontal al huachicol, una actividad tan rentable como peligrosa, que pone en jaque a comunidades enteras, a Pemex y a la lógica básica: ¿cómo creyeron que no los iban a agarrar?