«El Consejo Técnico Escolar: Una sinfonía de interculturalidad crítica (y café frío)»

En un evento digno de portada, 17 mil trabajadores de la educación de la USEBEQ se congregaron en apenas 1,876 sedes, todo con el noble propósito de llevar a cabo la tercera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE) del ciclo 2024-2025. La misión: organizar los saberes disciplinares y revolucionar la enseñanza con interculturalidad crítica, equidad y un pensamiento tan crítico que probablemente haría temblar a Sócrates.

La coordinadora general de la USEBEQ, Irene Quintanar Mejía, nos recordó que el CTE no es un espacio frío (aunque seguramente algunos salones sí lo eran). En sus propias palabras, es “una comunidad de aprendizaje”. Porque, ¿qué mejor forma de fortalecer la enseñanza que reúne a miles de docentes en sesiones maratónicas donde se comparte todo… excepto el Wi-Fi?

“Los padres deben saber que los docentes no solo diseñan las clases, sino que también respetan las diferencias y estilos de aprendizaje de los niños”, aseguró Quintanar Mejía. Un recordatorio sutil de que, si bien la educación sigue siendo gratuita, la paciencia de los maestros claramente tiene un precio, especialmente al intentar coordinarse con familias que no siempre tienen «interculturalidad crítica» como prioridad.

Cabe destacar que, según el calendario oficial, estos consejos técnicos están programados para no interferir con los 190 días de clases. Porque nada dice «organización impecable» como ajustar agendas escolares que ya se tambalean entre desfiles, días feriados y la lluvia de formatos administrativos.

En resumen, mientras las aulas esperaban en silencio, los docentes debatían estrategias, aprendían de las “experiencias exitosas” de sus colegas y probablemente se preguntaban quién se llevó la última dona de la mesa. La educación básica en Querétaro sigue demostrando que la verdadera magia está en la planeación, o al menos en la esperanza de que algún día haya suficiente café caliente para todos.