El PRI aprende la dura lección de la «alianza» en tiempo récord: cuando sumar resta votos

 

En un asombroso acto de autocrítica, Abigail Arredondo Ramos, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), admitió lo impensable: la coalición con otros partidos no solo no les ayudó, sino que logró lo impensado, hacer que el PRI perdiera aún más votos. Sí, lo leyeron bien. Es como si hubieran decidido subir al barco que ya tenía un agujero, esperando que así se hundiera más despacio.

«Sabíamos que la alianza implicaba un riesgo», confesó Arredondo con la candidez de quien compra boletos para un concierto y descubre que la banda principal canceló. Al parecer, nadie en la cúpula del partido pudo prever que unir fuerzas con otros grupos en declive sería como juntar dos castillos de naipes en medio de una tormenta. Pero, ¡hey!, al menos lo intentaron, ¿no?

A pesar de la debacle, Arredondo quiso encontrarle el lado positivo a la situación, como quien se alegra de que, después de un incendio en casa, al menos las paredes siguen en pie. «Obtuvimos dos diputaciones federales que antes no teníamos», destacó, omitiendo el pequeño detalle de que ese logro es como celebrar haber ganado un centavo después de perder una fortuna en Las Vegas. Pero claro, en estos tiempos difíciles, uno se aferra a lo que puede.

En un ejercicio de reflexión profunda, Arredondo sugirió que, antes de considerar futuras alianzas, quizás sería buena idea tener un partido sólido y militantes comprometidos. Una revelación sorprendente, como descubrir que es mejor llevar un paraguas en un día lluvioso. Y por si fuera poco, puso como ejemplo a los triunfadores de Arroyo Seco y Landa, quienes, milagrosamente, ganaron sin necesidad de alianzas. Quién lo hubiera imaginado, ¿verdad?

Al final, la dirigente concluyó con una sabia lección: ser respetuosos de los ideales del partido y tener más cuidado al seleccionar a los candidatos. Porque, como bien sabe cualquier jugador de lotería, después de perder varias veces, uno se da cuenta de que tal vez comprar los números al azar no es la mejor estrategia.

Así que ahí lo tienen. El PRI, siempre innovando en nuevas formas de perder, pero aprendiendo de sus errores… al menos hasta la próxima elección.