Entre verduras y refrescos: IMSS Querétaro insiste en comer mejor… y dejar el “gustito” diario
Querétaro, Qro. — Porque no todo lo que sabe rico hace bien (aunque cueste aceptarlo), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro refuerza su cruzada por una alimentación saludable, en un país donde siete de cada diez mexicanos viven con sobrepeso u obesidad, una cifra que ya no es secreto… pero sí costumbre.
Así lo explicó Eugenia Treviño Diosdado, supervisora delegacional de Nutrición y Dietética del IMSS en la entidad, quien detalló que una de las principales estrategias del instituto es la consejería alimentaria basada en el Plato del Bien Comer, ese esquema que muchos conocen, pocos siguen y casi todos prometen empezar “el lunes”.
“La mitad del plato debe ser de verduras, una cuarta parte proteína y la otra cuarta parte cereales o leguminosas. Es algo muy visual, para que la gente coma de forma más consciente”, explicó.
El problema no es solo comer… sino cómo y cuánto
Treviño reconoció que los malos hábitos alimenticios no distinguen edad y que, lamentablemente, la problemática ya alcanza a niñas y niños, quienes presentan enfermedades crónico-degenerativas cada vez más temprano.
Entre las más comunes destacan la diabetes, la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos, todos ellos asociados a un viejo conocido: el exceso de azúcar y grasas.
“Somos de los primeros lugares en consumo de refrescos. Y a veces se piensa que cambiarlo por jugo es mejor, cuando muchos jugos industrializados tienen más azúcar que el refresco”, advirtió.
Refresco, sed y poca actividad: la fórmula perfecta… pero para enfermarse
La especialista subrayó que el alto consumo de bebidas azucaradas, combinado con alimentos ultraprocesados y una actividad física cada vez más escasa, ha creado un cóctel nada saludable.
Por ello, el IMSS insiste —una y otra vez— en promover el consumo de agua simple, aunque reconoce que competir contra el refresco no es tarea sencilla.
Niños que ya leen etiquetas… pero loncheras que aún fallan
Sobre las estrategias federales como los sellos de advertencia y la eliminación de comida chatarra en escuelas, Treviño señaló que sí han tenido impacto, especialmente en la población infantil.
“Los niños ya identifican los sellos, pero todavía tenemos que trabajar con las mamás y los papás, porque si la lonchera no es saludable, el esfuerzo se queda a medias”, comentó.
Pacientes sí regresan… cuando ven resultados
Finalmente, destacó que quienes acuden a los servicios de nutrición del IMSS muestran una buena respuesta y continuidad en sus tratamientos.
“Cuando entienden la información y aplican las estrategias, sí regresan y sí cambian hábitos”, aseguró.
Aunque las cifras nacionales aún no reflejan una reducción significativa, el IMSS mantiene su apuesta por la educación alimentaria, con la esperanza de que algún día las verduras le ganen la batalla al refresco… al menos entre semana.













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