En San Juan del Río, la violencia contra las mujeres no se barre debajo del tapete

San Juan del Río, Qro.Para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en San Juan del Río el tema no se limita a discursos solemnes ni a una fecha conmemorativa. Así lo dejó claro la titular de la Secretaría de la Mujer, Judith Ortiz Monroy, al anunciar una serie de acciones que buscan recordar que la violencia no descansa… y la prevención tampoco.


Más denuncias, menos silencio

En cuanto a las estadísticas, Ortiz Monroy explicó que la violencia familiar sigue encabezando los motivos por los que las mujeres se acercan a la Secretaría, principalmente en busca de asesoría jurídica y atención psicológica.

Y aunque en las mesas de seguridad algunos números han generado ruido, la funcionaria fue clara:

“No es que la violencia haya aumentado, es que hoy más mujeres se atreven a denunciar”.

Una lectura incómoda para algunos, pero necesaria: el problema no es que se hable más, sino que durante años se habló poco.

Después de la violencia familiar, la violencia emocional ocupa el segundo lugar. Esa que no deja moretones visibles, pero sí cicatrices profundas. “No todo golpe se da con la mano; algunos se dan con palabras”, recordó la titular.


Cuando el riesgo es real, la protección también

En lo que va de la administración, tres mujeres han sido canalizadas a refugios estatales, al detectarse riesgo alto o extremo. La decisión, subrayó Ortiz Monroy, siempre recae en las usuarias, y se toma cuando no existen redes de apoyo y el entorno resulta peligroso para ellas y sus hijos.

La Secretaría de la Mujer cuenta incluso con personal de seguridad permanente, una medida que puede parecer incómoda, pero que responde a una realidad que no admite romanticismos.

Además, se mantiene coordinación con Seguridad Pública Municipal para traslados, monitoreo de medidas de protección y resguardo de las víctimas.


Prevenir, reeducar y dejar de normalizar

Más allá de la atención inmediata, Ortiz Monroy destacó que la encomienda del presidente municipal Roberto Cabrera Valencia es clara: prevenir. Eso implica educar y reeducar a la sociedad, cuestionar conductas normalizadas y romper ciclos que muchas veces se heredan generación tras generación.

La dependencia prepara además el cierre de talleres como “Sana tu mente, sana tu cuerpo”, “Voces de Mujeres” y tanatología, donde las propias usuarias evaluarán qué funcionó, qué no y qué puede mejorar rumbo al 2026.

Porque erradicar la violencia contra las mujeres no se logra con un listón naranja ni con una foto oficial: se logra escuchando, atendiendo… y dejando de voltear la cara.