San Juan del Río presume el Pozo 39 y Tanque Viveros: más agua para la sed del futuro
En San Juan del Río ya no quieren que el agua se convierta en tema de “a ver si llega o no llega”. Por eso este martes inauguraron con bombo y platillo el Pozo 39 y el Tanque Viveros, una obra que costó más de 20 millones de pesos entre la JAPAM, el municipio y la CONAGUA. La promesa: dotar de agua potable, constante y con buena presión, a más de 11 mil 300 vecinos de colonias como Manantiales, Nogales, Viveros, Cedros, Fresnos, La Rioja, entre otras.
Políticos con el vaso medio lleno
El presidente municipal, Roberto Cabrera Valencia, encabezó el evento junto con el director de la JAPAM, Toño Pérez, y representantes de la CONAGUA y la CEA. Cabrera no perdió oportunidad para remarcar que San Juan del Río “es un gran lugar para vivir”, porque –dijo– aquí se piensa en el futuro con responsabilidad. Dicho en corto: no quieren que el agua sea un dolor de cabeza en medio del crecimiento poblacional.
Un tanque que no es cualquier tinaco
El famoso Tanque Viveros no es un simple depósito: está hecho de vidrio fusionado al acero (así suena más rimbombante) y almacena medio millón de litros. Según Toño Pérez, este tanque no solo guarda agua, sino que simboliza salud, bienestar y la garantía de que los sanjuanenses tendrán el vital líquido con menos sobresaltos.
El nuevo sistema bombea 34 litros por segundo y, gracias al rebombeo, alcanza hasta 50 litros por segundo. Con eso, aseguran, habrá buena presión en las casas y menos gasto para la JAPAM.
Aguas con la inversión
El director local de la CONAGUA, Gregorio Cruz Martínez, aplaudió el esquema de inversión “50-50” con el municipio y se comprometió a seguir apoyando proyectos similares hasta 2026. En otras palabras: mientras la Federación y el municipio sigan de la mano, habrá obras que calmen la sed de la ciudad.
Vecinos agradecidos
Ana María Rosas, presidenta de colonos de Nogales, habló a nombre de los beneficiarios. Con sonrisa de satisfacción, agradeció que este proyecto traiga certeza a las familias, porque –dijo– el agua no solo se necesita hoy, sino también para las próximas generaciones.
Conclusión
Entre discursos, cifras y aplausos, San Juan del Río se apuntó un tanto con el Pozo 39 y el Tanque Viveros. Ahora toca que el agua fluya como prometen, porque los sanjuanenses ya están cansados de discursos secos: lo que quieren es abrir la llave y que corra el agua.
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