¡Se les mete el agua! Municipio destina millón de pesos para tapar goteras en Ciudad Vive Oriente y otros edificios

En Ciudad Vive Oriente ya no solo llueven actividades, también llueve dentro. Por eso, el municipio de San Juan del Río destinará un millón de pesos para reparar los techos y plafones del inmueble, severamente afectados por las recientes lluvias.

Así lo confirmó José Miguel Valencia Molina, secretario de Administración, quien aseguró que el recurso fue aprobado este martes por el Comité de Adquisiciones. “El contrato ya está autorizado y las obras arrancan el lunes. Es para reparar filtraciones en el techo, porque ya nos llueve adentro y la gente no puede tomar sus clases así”, explicó.

Pero Ciudad Vive Oriente no es el único que anda con goteras. Según el funcionario, prácticamente todos los edificios municipales tienen el mismo mal. ¿La solución? Una campaña de impermeabilización que, como escoba nueva, promete barrer con los charcos en al menos siete inmuebles, empezando por la Antigua Presidencia en Portal del Diezmo.

“Estamos haciendo giras de inspección. No hay riesgo de colapso, solo goteras… o mejor dicho, goterotas”, bromeó el secretario, quien adelantó que aún están evaluando cuánto costará la cruzada contra el agua.

Recorte en la nómina: adiós a 20 y contando…

En otro frente, el recorte de personal continúa. Lo que inició con cinco personas ya suma 20 bajas en las últimas dos semanas. Y no, no fue por fuga de talento, sino por la política de austeridad.

“Tenemos unos 2 mil 300 trabajadores, entre sindicalizados y de confianza. Ahorita llevamos 20 bajas y seguimos revisando estructuras para ver dónde más podemos apretarle”, señaló Valencia.

Las tijeras han pasado por áreas como administración, agropecuario y ayuntamiento, y el plan es seguir afinando el organigrama para fusionar direcciones y jefaturas. Aunque no hay una cifra concreta de ahorro, el objetivo es claro: meterle mano al capítulo 1000, ese que se lleva buena parte del pastel municipal.

“Vamos a seguir con los ajustes durante el resto del año. Aquí no se trata de correr por correr, sino de optimizar recursos”, concluyó el funcionario, quien, entre goteras y recortes, parece tener el techo –y el gasto– bien medido.