¡Otra vez el cárcamo! Se lo “boquetearon” durante la lluvia… pero ya está de vuelta y con más seguridad

Ni la tormenta detuvo a los vivales. Mientras los ciudadanos se resguardaban de la lluvia, alguien aprovechó el aguacero para abrir otro boquete en el cárcamo municipal y llevarse dos baterías como si fueran pilas de linterna.

Ernesto Mora Rico, Secretario de Servicios Municipales, contó que ya habían tapado unos hoyos en la mañana, pero en cuanto cayó la tormenta, los ladrones regresaron como si nada y volvieron a hacer de las suyas. Por suerte, el cárcamo siguió funcionando, ya que las baterías robadas eran solo para emergencias eléctricas.

Y como todo pueblo chico, el chisme corrió rápido. Vecinos alertaron que las pilas ya estaban en manos de los conocidos “chachareros”, y gracias a eso se recuperaron y regresaron a su lugar. Esta vez, las autoridades no se anduvieron por las ramas: se colocará seguridad privada y ya se gestionan cámaras de videovigilancia para que no se repita el cuento.

“Es la tercera vez que lo vandalizan, y la gente no se da cuenta que es por su propia seguridad. Por unos pesos, pueden dejar a toda una colonia sin cárcamo. No es tan fácil levantar eso de nuevo”, señaló Mora Rico, algo molesto, pero con buen ánimo de resolver.

Y mientras tanto, las lluvias también hacen lo suyo. Ya van 42 árboles retirados —unos porque se cayeron solos y otros porque andaban dando sustos—, y el personal municipal anda al tiro, limpiando troncos, ramas y lo que caiga. En cada recorrido, se juntan entre una y media toneladas de basura, lodo y demás cochinero.

Lo curioso es que todavía hay quien tira colchones, sillones y hasta muebles viejos en los drenes, aunque el gobierno ya implementó jornadas de recolección de tiliches los fines de semana. “La gente ha mejorado, ya no tiran tantas cosas, pero sí seguimos encontrando basura. Por suerte ya no tantos sillones voladores”, bromeó el secretario.

Además, sigue habiendo campamentos improvisados en zonas de riesgo, donde personas en situación de calle se asientan y acumulan de todo. “Llegamos, recogemos y a veces, con apoyo de Seguridad Pública, se les invita a moverse a un lugar más seguro”, explicó.

Y del bacheo, mejor ni hablar… por ahora. El agua no ha dejado tregua para hacer reparaciones a fondo, aunque siguen los desazolves y limpiezas con equipo especializado, mientras se espera que salga el sol por unos días.

Así que, por lo pronto, el cárcamo está a salvo, los tiliches van para afuera, y el gobierno sigue chambeando… aunque no estaría de más que todos le entren con responsabilidad. Porque ni el mejor operativo puede contra un colchón en el dren.