Una fiesta, varios disparos y muchas preguntas sin respuesta en Cazadero

Lo que debía ser una noche de celebración por unos 15 años terminó en una escena de pánico, sangre y desconcierto. Un hombre fue asesinado de varios disparos y al menos seis personas más resultaron heridas durante un baile en la explanada de la delegación de la comunidad de Cazadero. El agresor, como ocurre con frecuencia en estos casos, logró escapar sin mayores complicaciones.

Según versiones de los presentes, todo comenzó con una discusión entre dos sujetos, aparentemente por razones no aclaradas. Uno de ellos, presuntamente en estado de ebriedad, terminó sacando un arma de fuego y disparando a quemarropa. La víctima, un hombre de aproximadamente 38 años originario de Puerta de Palmillas, murió en el lugar.

Los asistentes afirman haber escuchado más de ocho detonaciones. El caos se apoderó del ambiente, y en medio de la estampida, seis personas —varias de ellas mujeres— resultaron heridas por disparos al aire. ¿Balas perdidas o disparos intencionales?

Curiosamente, los heridos no fueron atendidos en el sitio. Fueron trasladados por sus propios medios a diferentes hospitales en San Juan del Río. Una vez más, los servicios de emergencia llegaron cuando ya todo había pasado.

Elementos de la Policía Municipal y del Ejército Mexicano acudieron al lugar tras el reporte. Confirmaron el deceso y procedieron al acordonamiento de la zona. Personal pericial realizó labores durante un par de horas, recogiendo los casquillos y otros indicios. El protocolo se siguió, al menos en apariencia.

Los familiares del fallecido, visiblemente consternados, aseguraron que era una persona tranquila, sin problemas ni enemigos conocidos. No obstante, su muerte violenta abre interrogantes que difícilmente tendrán respuesta, al menos en el corto plazo.

El responsable se dio a la fuga. No hubo arrestos, ni descripción oficial del sospechoso, más allá del vago dato de que «aprovechó las sombras de la madrugada».

El caso ha sido atraído por la Secretaría de Seguridad estatal, que deberá esclarecer los hechos. Aunque, siendo realistas, muchos en la comunidad temen que este expediente acabe como tantos otros: archivado y sin justicia.