Agustín Dorantes no se destapa para 2027, pero no descarta aspiraciones

Aunque todavía falta más de un par de vueltas al sol para la elección de 2027, el senador panista Agustín Dorantes Lambarri ya suena —y fuerte— en las quinielas por la gubernatura de Querétaro. Pero él, muy en su papel institucional, prefiere jugar al distraído: “Hoy estamos concentrados en defender a México en el Senado”, responde, como si los rumores no lo alcanzaran.

Dorantes, abogado de formación y uno de los perfiles más jóvenes y visibles del PAN queretano, ha sido secretario de Desarrollo Social estatal y dirigente del blanquiazul en Querétaro. No es novato, y sabe que en política tan importante es saber hablar… como saber no decirlo todo.

Durante una reciente gira por San Juan del Río —municipio donde se le ha visto con creciente frecuencia y afecto— el senador fue cuestionado sobre si ya se apunta para el 2027. ¿La respuesta? Un clásico: “Falta mucho”. Pero lo interesante no es lo que dijo, sino lo que dejó entrever.

“Si la ciudadanía, debido a los resultados que estamos otorgando, nos da la confianza de seguir creciendo, pues tomaremos esa oportunidad. Pero es la ciudadanía la que manda”, lanzó, con esa frase que en política suena a “ustedes me avisan y yo jalo”.

Y mientras tanto, su nombre ya figura en encuestas, junto a otros conocidos panistas. Él, claro, agradece: “Gracias a quienes creen en mi trabajo y mis resultados”. Aunque aclara que su objetivo no es el cargo per se —por supuesto— sino el lugar donde pueda generar el mayor impacto para transformar vidas. Noble, sí. Pero también muy útil cuando se sueña con despachar desde el Palacio de la Corregidora.

Y entonces llega la pregunta directa: “¿Pero te gustaría ser gobernador?”. Y ahí sí, sin rodeos: “¿A qué político no le gustaría?”. El senador sonríe, admite que sería una gran oportunidad, y habla de su vocación de servicio, de su sueño de que los niños y niñas de Querétaro puedan cumplir sus aspiraciones sin importar dónde nacieron.

En resumen: Agustín Dorantes no se destapa, pero se deja querer. Recorre, gestiona, se deja ver, y repite que está “donde la ciudadanía lo ponga”. Pero en política, cuando alguien dice que no está en campaña… es justo cuando más lo está.