Entre recortes y ferias: San Juan del Río “estira la liga” sin reventarla

Aunque el panorama económico pinta más gris que las nubes en temporada de lluvia, el presidente municipal Roberto Cabrera Valencia asegura que San Juan del Río sigue firme, sin soltar la pala, el tambor ni la corona de la reina de feria.

Y es que, aunque el municipio ya recibió el aviso de parte de Finanzas Estatales de que “vienen recortes”, y no menores —se habla de una baja del 3.2% en participaciones, o sea, unos 40 millones de pesos menos—, el alcalde salió a decir, con tono de mamá luchona municipal, que aquí nadie se rinde: ni las obras se paran, ni las becas se cortan, ni la fiesta patronal se suspende.

“El año pasado nos recortaron 50 millones y aquí estamos. Vamos a salir adelante, como las mamás que estiran la liga sin que se les reviente”, dijo Cabrera, echando mano de la analogía doméstica para explicar cómo se enfrentan los recortes federales desde lo local.

El eterno pacto… pero de pérdida

El edil no se guardó la crítica: recordó que Querétaro aporta cerca de 90 mil millones de pesos a la Federación cada año, pero le regresan menos del 50%. “Así es el pacto federal”, dijo, con una sonrisa que parecía más de resignación que de acuerdo.

A eso se suma que el famoso FAISM, el fondo para infraestructura social, ahora reparte también para pueblos afromexicanos e indígenas. Resultado: San Juan del Río pasó de recibir 100 millones a solo 90. “Y no es que estemos en contra, pero lo que se va… ya no vuelve”, dijo el alcalde, medio en serio, medio en tono de reclamo institucional.

Recortes sí, tijera también (pero selectiva)

Cabrera adelantó que ya se está evaluando recortar nómina, pero que no cunda el pánico: el bisturí será solo para personal de confianza, no para sindicalizados. “Ahí no se toca, pero donde se deba ajustar, se ajustará”, dijo, mientras desde la Tesorería ya hacen cuentas con lápiz y goma (por si hay que borrar).

Ferias, becas y recaudación al alza

A pesar del apretón presupuestal, el municipio no se quedará sin fiesta. “La feria va, el Día del Maestro se celebró, la obra pública no se frena y las becas siguen firmes”, prometió el edil. Todo esto gracias, según dijo, al músculo recaudatorio del municipio, que ha crecido gracias a inversiones, regularizaciones y cero desperdicio de oportunidades.

“Donde había lotes baldíos, ahora hay farmacias, bodegas, casas. No dejamos ir nada”, presumió Cabrera, con el entusiasmo de quien vende pan caliente y no le quedan ni las migas.

Crecimiento, orden y buenas noticias (aunque Trump apriete)

El alcalde dijo que, aunque hay incertidumbre económica nacional e internacional —con todo y los bandazos de Trump—, San Juan del Río sigue creciendo. Incluso adelantó que pronto podría rebasar los 500 mil habitantes.

Eso sí, reconoció que encontró un municipio “sumamente desordenado”, sin planeación urbana ni regularización, pero que ya se trabaja para poner la casa en orden.

Seguridad: menos discurso y más cateos

En materia de seguridad, también sacó pecho: “Triplicamos cateos, decomisamos armas, drogas, y vamos con todo contra el narcomenudeo”. Aseguró que San Juan del Río ha recibido felicitaciones hasta del fiscal del estado por su colaboración con el Ejército, Guardia Nacional y demás corporaciones.

Sobre casos sensibles como el de Perla, fue prudente. “Es tema de la Fiscalía, nosotros estamos para apoyar en lo que nos toque como primer respondiente”.

Y como cereza del pastel… la feria viene en camino

Aunque aún no hay fecha definida, ya se cocina la presentación oficial de la reina de la Feria San Juan 2025, justo para celebrar el 494 aniversario de San Juan Bautista. “La fecha viene pronto, no se preocupen, va a haber fiesta”, adelantó.

Eso sí, no quiso soltar más spoilers sobre la llamada “Zona Joven” anunciada por el gobernador. Dijo que pronto vendrá el titular de Desarrollo Social del estado a detallar el proyecto. Mientras tanto, que la comunidad sepa que, pase lo que pase con las participaciones federales, en San Juan del Río la fiesta sigue, la obra avanza, y la liga —por ahora— no se revienta.