Herencia maldita y cárcamos a cielo abierto: Nava Cruz destapa el cochinero en Pedro Escobedo

Al alcalde de Pedro Escobedo, Juan Alberto Nava Cruz, no le tiembla la voz para decir que recibió el municipio hecho un desastre… y con deudas que pesan más que promesa de campaña. Más de 100 millones de pesos es la losa financiera heredada, y eso sin contar los “detallitos” que ahora investiga la Fiscalía Anticorrupción.

En rueda de prensa, el edil confirmó que ya se interpusieron dos carpetas de investigación que involucran a más de diez exfuncionarios —algunos de alto nivel— por presuntas irregularidades administrativas y financieras. “Ya están las auditorías, las carpetas iniciadas… no puedo decir más por la legalidad, pero estaremos informando”, soltó con diplomacia jurídica.

Eso sí, lo que no se pudo tapar es el olor del problema: cárcamos supuestamente diseñados para futuras plantas de tratamiento, pero que hoy almacenan agua a cielo abierto como si fuera colección de charcos. “Así lo plantearon”, dijo el alcalde refiriéndose a la administración pasada, dejando claro que ni tratamiento ni planta… sólo una cuneta mal hecha.

Uno de los casos más escandalosos es el de los famosos “diablitos”, esas conexiones eléctricas hechizas que, lejos de ser travesuras infantiles, dejaron deudas con la Comisión Federal de Electricidad. “Estamos negociando para regularizar todo, porque esto no es de uno ni dos contratos… hay que poner orden”, afirmó Nava Cruz, quien asegura que su administración está haciendo lo que puede con lo que le dejaron.

En medio del caos, el alcalde presume que al menos sí hay voluntad de resolver el cochinero: “Muchas veces las cosas se quedan en el tintero, pero nosotros ya pusimos manos a la obra”. Eso sí, no quiso entrar en detalles de los exfuncionarios señalados, “para no interferir en el proceso legal”, aunque el mensaje entre líneas fue claro: la limpia va en serio.

Y mientras los expedientes duermen en Fiscalía, el municipio va sacando baldes de agua de los cárcamos olvidados, negociando con CFE, tapando hoyos financieros, y rascando debajo del tapete donde al parecer se escondieron más que errores administrativos.