Ladrones hacen “limpia” en capilla de El Barrio de La Cruz: se llevan campanas, dinero y hasta la calma

Parece que ni lo sagrado se respeta ya. La delegada de El Barrio de La Cruz, María de Jesús Velázquez González, informó que durante la madrugada unos visitantes poco devotos decidieron llevarse dos campanas del campanario —una de 50 kilos, otra de 200— y una más pequeña, de cobre, perteneciente al Santo Entierro. Porque claro, ¿quién no necesita una campana de 200 kilos en casa?

Además de hacer su “recolección”, los ladrones aprovecharon para explorar con detalle la capilla y la sacristía, dejando un desorden monumental. “Hicieron y deshicieron en la capilla, nos hicieron un despapaye feo, feo, feo”, narró la delegada, quien aún no sale del asombro por la falta de discreción de los saqueadores.

Como dicta el protocolo, ya se dio parte a las autoridades. Aunque no es la primera vez que se roba patrimonio religioso, sigue sorprendiendo la creatividad de quienes ahora no se conforman con moneditas del cepillo, sino que van por el bronce completo.

“Es un sacrilegio lo que nos están haciendo”, dijo Velázquez González, al pedir que se difunda el robo para intentar localizar las campanas. Porque si alguien ve pasar a un sujeto con una campana de 200 kilos al hombro, tal vez todavía se pueda hacer algo.

Mientras tanto, la comunidad espera que la fe —y las campanas— regresen pronto. Y que, con suerte, los ladrones encuentren el perdón… después de una buena dosis de justicia terrenal.