Limpian el río, alinean brocales y hasta los detenidos ayudan: Obras Públicas asegura que todo avanza

La Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano quiere dejar claro que no se han quedado cruzados de brazos: limpian el río, alinean brocales y hasta los detenidos del fin de semana le entran a la faena. Todo esto, según palabras de su titular, Edith Álvarez Flores, quien además dejó entrever que las empresas que descargan residuos al cauce siguen en la mira… aunque con invitación cordial incluida.

“Seguimos trabajando con las empresas para invitarlos a que no hagan las descargas”, dijo la funcionaria, como si el problema histórico de la contaminación se resolviera con cafecito y buena voluntad. Eso sí, asegura que ya hay prácticas para “resolver completamente” la situación. Mientras tanto, el monitoreo del río continúa, gracias a la “bondad” del equipo de Ecología que aún puede caminar por los márgenes sin hundirse.

Sobre la limpieza del río, Álvarez Flores aseguró que los avances ya alcanzan la zona del Puente de la Historia. Y aunque el clima “ya está bien loco” (palabras textuales), confía en que esta semana lograrán llegar al Parque de los Abuelos. En la nueva versión de obra pública multitarea, los Servicios Municipales ayudan, los detenidos recogen basura y hasta Seguridad Pública entra al quite. ¿Faltó alguien? Tal vez sólo el perico.

En cuanto a las calles, explicó que lo de Juárez no era eterno —aunque lo parezca— sino que están en la fase de nivelar brocales, porque aunque el asfalto se aplica “rapidísimo”, dejarlo bien, toma tiempo. De ahí que muchas de las obras se hayan hecho por la noche, y así evitar la pregunta de siempre: “¿por qué se tardan tanto?”

Y como no hay descanso para la Secretaría, también viene una intervención mayor en Paseo Central, desde las vías de Kimberly hasta Río Moctezuma. Eso sí, primero hay que pasar el vía crucis administrativo: el expediente ya está, pero falta la selección de contratistas. “Es una licitación que puede durar de cuatro a cinco semanas”, adelantó. Con suerte, para mayo comenzarán.

Entre descargas “cordialmente des invitadas”, brocales a deshoras y cuadrillas de limpieza entre arrestos, el municipio avanza. Lento, pero con narrativa optimista.