San Juan del Río: Punto estratégico para migrantes y un reto para autoridades

San Juan del Río, Querétaro, se ha convertido en un verdadero “punto turístico” para los migrantes que transitan por la Autopista 57, esa arteria que conecta el norte con el sur del país. Y como era de esperarse, el aumento en el flujo de personas deportadas desde Estados Unidos solo ha puesto más presión sobre las autoridades locales, quienes ahora deben hacer malabares para gestionar la situación.

Óscar Mauricio Sandoval García, regidor de la comisión de Atención a las Migraciones, aseguró que se han llevado a cabo mesas de trabajo con el Instituto Nacional de Migración (INM), la única instancia oficialmente encargada de velar por los derechos de los migrantes. Eso sí, hasta el momento, según él, no se ha detectado a sanjuanenses deportados recientemente desde Estados Unidos. Algo que, sin duda, nos da una inmensa tranquilidad.

Sandoval García también informó que su comisión ha ampliado su campo de acción para ocuparse de aquellos que retornan a sus lugares de origen y atraviesan San Juan del Río. El objetivo, claro está, es canalizar a estas personas hacia organismos que puedan ofrecerles apoyo, ya sea para quedarse en la región o continuar su travesía a otras entidades. Un servicio de “orientación al viajero”, si se quiere ver así.

«Nuestro papel es fungir como enlace para que los migrantes puedan acceder a las dependencias correspondientes y recibir la orientación necesaria para regularizar su situación o regresar a sus lugares de origen», afirmó Sandoval García, dejando en claro que el municipio solo facilita el trámite, pero no se encarga de resolver los problemas de fondo.

El pasado fin de semana, la autopista Federal 57 vio desfilar camiones repletos de migrantes rumbo al sur del país. Como dicta el protocolo, el INM realizó operativos de inspección para asegurarse de que todo estuviera en orden. Y hasta ahí llegó la historia, sin incidentes ni sorpresas. Mientras tanto, las autoridades locales siguen en “alerta” ante este constante flujo migratorio y, por supuesto, en busca de una estrategia que no implique solo reuniones y declaraciones optimistas.