Mejora en los Centros Penitenciarios de Querétaro: Educación, Trabajo y Derechos Humanos

Gustavo López Acosta, Comisionado Estatal del Centro Penitenciario en Querétaro, reveló detalles sobre las mejoras y desafíos que enfrenta el sistema penitenciario del estado. En una reciente entrevista, López Acosta destacó que, actualmente, hay más de 3 mil personas recluidas en los centros penitenciarios de Querétaro, con delitos que van desde el robo y la violencia familiar hasta homicidio, narcomenudeo y otros.

Los centros penitenciarios en Querétaro están implementando un modelo educativo y rehabilitador centrado en la dignidad humana. Cada recluso es evaluado por un equipo multidisciplinario, que incluye psicólogos, médicos y personal de seguridad, para diseñar un plan individualizado que abarque desde la educación básica hasta la preparación para la reinserción social.

En los últimos dos años, más de 250 personas han completado sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria dentro de los centros. Además, se ha promovido la participación en talleres y conferencias para fomentar la reflexión sobre sus actos y su reintegración a la sociedad.

El programa también incluye medidas específicas para mujeres privadas de libertad que son madres. Según la legislación, estas mujeres pueden mantener a sus hijos con ellas hasta los tres años. Los centros ofrecen programas especializados para asegurar la salud, educación y bienestar de los menores.

 

En términos de infraestructura, se han realizado recientes mejoras, incluyendo la inauguración de nuevas aulas y talleres. Esto forma parte del compromiso del gobernador Mauricio Kuri para mantener los centros penitenciarios de Querétaro entre los mejores del país. Este modelo ha recibido reconocimiento nacional e internacional por su enfoque en los derechos humanos y la rehabilitación.

Respecto a la pandemia, López Acosta mencionó que se han implementado rigurosos protocolos de salud para prevenir contagios. Aunque hubo casos de COVID-19, estos fueron manejados eficazmente, y se siguen tomando medidas como pruebas aleatorias y el uso de cubrebocas en áreas de contacto.

En el ámbito laboral, el 90% de los reclusos participa en actividades económicas que incluyen trabajo a favor de la comunidad, empleo por terceros y autoempleo. Estos trabajos no solo les proporcionan habilidades valiosas, sino que también les permiten obtener ingresos que pueden utilizar al interior del centro o ahorrar para su reintegración.

Por último, se mencionó la constante búsqueda de personal para las fuerzas policiales y centros penitenciarios, con el objetivo de fortalecer el sistema y ofrecer mejores oportunidades de empleo a los ciudadanos interesados.

Este enfoque integral busca no solo mantener la seguridad, sino también promover una rehabilitación efectiva y digna de las personas privadas de libertad en Querétaro.