Cuarenta años después, la tubería pidió su jubilación… y explotó

Como era de esperarse después de cuatro décadas de fiel servicio y cero mantenimiento glamoroso, la histórica tubería de 14 pulgadas ubicada en Avenida Río Moctezuma, justo frente al Parque Las Garzas, decidió rendirse . La infraestructura, construida con la sofisticada combinación de asbesto y cemento —una joya de la ingeniería de otros tiempos— terminó cediendo ante la presión del agua y, claro, el simple paso del tiempo.

El equipo de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (JAPAM) entró en acción para atender lo que describieron como una «fuga importante». El director de la JAPAM, Toño Pérez, no perdió la oportunidad de informar que se trataba de una de las principales líneas de distribución para la zona oriente del municipio, esa que abastece el pozo 20-A y que, da servicio a más de 10 colonias.

“Atendimos una fuga grande, fuga importante”, declaró el funcionario, en caso de que alguien no hubiera captado la magnitud del asunto. También explicó que la tubería tiene más de 40 años (por si alguien aún pensaba que era una falla inesperada) y que estaba fabricada con los mejores materiales de la época en que la gente aún fumaba en hospitales: asbesto con cemento.

Durante los trabajos de reparación, el equipo de JAPAM reemplazó juntas deterioradas por el tiempo (y la lógica) y cambió un tramo de la tubería por una versión más moderna en acero. Eso sí, todo este esfuerzo.

El organismo restableció el suministro a la brevedad, con el fin de no dejar sin agua a los miles de usuarios de la zona.

JAPAM, en un gesto de cortesía, agradeció la comprensión de la ciudadanía ante las molestias, reiterando que estos trabajos eran “necesarios para garantizar un mejor servicio a largo plazo”. Al menos hasta que la siguiente tubería veterana decida también jubilarse sin previo aviso.