Cambios, tablets y patrullas: lo que dejó Roberto Cabrera esta semana
El presidente municipal Roberto Cabrera Valencia anunció lo que muchos ya sospechaban: la salida de Román Chávez como coordinador de Protección Civil. ¿La razón? Oficialmente, “se cerró un ciclo”; extraoficialmente, dicen que las condiciones para operar eran tan precarias como una linterna sin pilas.
En su lugar llega Carlos Eduardo Badillo Pichardo, quien —según el alcalde— ya está en proceso de ser presentado, porque primero hay que hacer el “trámite interno”. Es decir, papeleo, firmas y mucha paciencia.
“Era necesario hacer un cambio”, dijo Cabrera, como si hablara de un foco fundido. Aseguró que con este relevo se busca fortalecer la coordinación con el sistema estatal y estar listos para cualquier “fenómeno perturbador” (además de los que ya hay en la política local), incluyendo los riesgos en la carretera 57, los químicos, los industriales y los climáticos… casi como un guión de película de desastres, pero versión San Juan.
Sobre las acusaciones del excoordinador acerca de carencias en equipo, unidades y personal, Cabrera no lo negó, pero prefirió hablar de “engranajes sólidos”, “trabajo en equipo” y lo bien que se llevan todos en Protección Civil… al menos en papel.
¿Más cambios? Tal vez… cuando terminen de evaluarse a sí mismos
Al ser cuestionado sobre posibles más movimientos dentro de su gabinete, Cabrera dejó la puerta abierta a nuevos cambios. “Podemos hacerlos desde las secretarías”, dijo, aunque por ahora “no hay anuncio”. Es decir, sí, pero no; pronto, pero quién sabe cuándo.
Así que mientras se evalúa “el primer sexto de la administración” —sí, así lo dijo—, habrá que esperar si alguien más se queda sin silla en esta partida de ajedrez político.
Y si no hay cambios, se inventan: lo que sigue en seguridad
Como no hay conferencia sin presumir algo, el alcalde también anunció la entrega de seis patrullas nuevecitas, 55 tablets (por si a alguien aún le quedaban ganas de escribir en libreta) y uniformes para más de 300 policías municipales. Todo esto como parte de una inversión que suma más de 123 millones de pesos entre estado y municipios. Una “buena rebanada” de ese pastel cayó en San Juan, dijo el edil, con tono satisfecho.
Ahora sí, las patrullas traen cámaras, videovigilancia y todo menos cafetera integrada. Se espera que con este equipo se dé el “siguiente nivel” en seguridad, aunque los retos administrativos y financieros siguen ahí, recordando que con 1,600 millones de presupuesto y más de 350 mil habitantes, a veces hay que hacer magia, no solo política.
Por si fuera poco, también se destinarán más de 60 millones de pesos en seguridad provenientes del FAIS (ese fondo que antes era para infraestructura social pero que ahora, por arte legislativo, también sirve para comprar patrullas). Cabrera aseguró que esta inversión será para calles más iluminadas, más equipos y, claro, más vehículos. Porque si algo le gusta a este gobierno, son las inauguraciones con moño rojo.
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