San Juan del Río desempolva su Reglamento de Comercio: lo modernizan “a la medida” de la ciudad

El Secretario de Gobierno de San Juan del Río, Abel Espinoza Suárez, reconoció que el Reglamento de Comercio del municipio ya “tiene sus años encima” y que, como buen traje viejo, necesita varios ajustes para que le quede bien a la ciudad que hoy es mucho más grande, dinámica y exigente que cuando se elaboró el documento original. Por ello, anunció que ya se encuentran trabajando en las modificaciones necesarias para ponerlo al día.

El funcionario explicó que el proceso no es cosa menor: una vez revisado, el reglamento pasará a la comisión de comercio del Ayuntamiento, donde regidoras y regidores tendrán que darle una leída, discutirlo y sentarse de nuevo a la mesa para definir qué se aprueba y qué no. En otras palabras, el reglamento tendrá que sobrevivir al inevitable “estira y afloja” político antes de ver la luz verde.

Espinoza Suárez fue claro al señalar que no se trata de inventar un reglamento desde cero, sino de actualizar el que ya existe. “Estamos adecuando el marco normativo a los nuevos tiempos, a una ciudad que ha crecido y que demanda reglas más claras”, comentó. Dicho de otro modo: el municipio no quiere quedarse vestido con ropa de antaño mientras el comercio local ya vive en pleno siglo XXI.

La intención es otorgar certeza tanto a los comerciantes establecidos como a quienes se ganan la vida en la vía pública. El objetivo: reglas claras, espacios ordenados y, sobre todo, un ambiente que permita que la economía fluya sin tanto enredo burocrático. Al final, un reglamento que funcione debería beneficiar tanto al que vende como al que compra.

Con un guiño político, Espinoza Suárez aseguró que este proceso no busca complicarle la vida a nadie, sino modernizar un instrumento que ya pedía a gritos ser actualizado. “Queremos un reglamento claro, transparente y adecuado a las condiciones de nuestro municipio”, remató. La pregunta es: ¿estará listo para responder al dinamismo comercial de San Juan del Río o quedará como otro documento bien intencionado que pronto se queda corto?