Conagua destapa pozos clandestinos en Querétaro; las multas pican hasta un millón de pesos
El agua no se esconde. Aunque algunos intentan “jugarle al vivo” con pozos clandestinos, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya puso el ojo (y el sello de clausura) en seis de ellos, detectados en la zona metropolitana y municipios como Pedro Escobedo y Tequisquiapan.
El director estatal de Conagua, Gregorio Cruz Martínez, reveló que estos operativos nacen de denuncias ciudadanas —unas reales y otras que resultan falsas alarmas— pero que de cualquier forma se revisan con lupa. La Guardia Nacional acompaña, pero la tijera que corta el agua corre por cuenta de la Conagua y, en casos empresariales, con respaldo de Profepa y Semarnat.
Regularizar o pagar caro
Cruz Martínez señaló que no todo es castigo: también hay productores y ejidatarios que, por trámites atorados desde hace años, quedaron en la cuerda floja de la irregularidad. Hoy son cerca de 30 pozos en proceso de regularización, con la promesa de no perder subsidios eléctricos ni apoyos agrícolas.
Eso sí, quien de plano se aferra a lo clandestino enfrenta sanciones que van de medio millón hasta un millón de pesos. Y si además se detecta venta ilegal de agua, la cosa sube de nivel: delito federal.
Agua vigilada
El funcionario dejó claro que la intención es poner orden: revisar volúmenes, permisos y medidores. Y de paso, apuntó que Querétaro será parte del C5 hídrico, un sistema que permitirá monitorear en tiempo real lo que pasa con el recurso.
Sobre proyectos como el BATAM, Cruz Martínez lanzó un dardo elegante: “Conagua siempre ha estado a favor… técnicamente”. La pelota —dijo— está en la cancha del Congreso local.
En resumen: quien pensó que podía hacerle “agujeros” a la ley cavando pozos clandestinos, hoy enfrenta la realidad de que Conagua ya está cerrando llaves y cobrando caro.
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