Un rayo de esperanza para mujeres invisibilizadas: Querétaro extiende la mano a internas en centros de reclusión

En un gesto profundamente humano, la titular de la Secretaría de la Mujer en Querétaro, Sonia Rocha Acosta, compartió con emotividad las acciones que su dependencia está emprendiendo para acompañar a mujeres privadas de su libertad, muchas de ellas olvidadas incluso por sus propias familias.

Rocha Acosta relató cómo, desde los primeros días de su gestión, acudió personalmente al Centro Femenil en Querétaro para escuchar de viva voz las historias de estas mujeres. «Algunas viven con sus pequeños dentro del penal», comentó, «y merecen ser vistas, escuchadas y apoyadas». En colaboración con la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, se han ofrecido talleres sobre sus derechos y se ha fortalecido un vínculo de acompañamiento constante.

Uno de los momentos más conmovedores fue cuando un grupo de internas logró salir por primera vez del penal para presentar una obra de teatro. «Fue un lleno total, un momento que tocó el corazón de todos», relató la secretaria. Esta actividad, más allá de lo artístico, significó un respiro de libertad, una validación de su dignidad.

La funcionaria también reveló que están por presentar un programa que garantice mayor seguridad para las internas durante las visitas conyugales. Subrayó que las mujeres recluidas sufren una doble condena: la legal y la del abandono, pues son mucho menos visitadas que los varones, lo que refleja una dolorosa desigualdad de género que urge erradicar.

Sobre el tema de adicciones, Rocha Acosta fue clara: aunque la Secretaría de la Mujer no se encarga directamente de esta problemática, trabaja de manera transversal con otras instituciones para brindar apoyo. Cuando una mujer violentada llega con adicción, primero se le canaliza a un proceso de desintoxicación antes de ingresar a un refugio. «No es que no queramos ayudarlas, es que necesitamos hacerlo bien, con el equipo adecuado, y siempre con respeto y empatía», afirmó.

Al cerrar, Sonia Rocha reiteró un mensaje que resuena con fuerza: «Estas mujeres, aun en reclusión, siguen teniendo derechos. No está en nosotros juzgarlas, sino tenderles la mano. Porque la verdadera justicia empieza cuando miramos con ojos de humanidad».