“Morena destruye lo que toca”: PAN Querétaro lanza advertencia con sabor a urna

A escasos días de las elecciones, el dirigente estatal del PAN en Querétaro Martín Arango, salió a escena con guantes bien puestos —y lengua afilada— para respaldar al gobernador Mauricio Kuri y lanzar un misil político directo a Morena: “Morena es nocivo. Lo que toca, lo destruye”.

Así, sin rodeos, el panista pintó raya y contrastó el dinamismo queretano con lo que —según dijo— es el caos que deja el partido guinda a su paso. “Aquí llegan Amazon y Microsoft. Allá, en Nuevo León, cancelan a Tesla por malas decisiones federales”, soltó con sorna, sacando pecho por los logros del estado.

Envalentonado, remató con una advertencia: “No podemos permitir que Morena ponga un pie en este estado, porque a donde llega, la seguridad se pulveriza”. Y por si no quedaba claro, acusó sin titubeos a los morenistas de andar demasiado cerca del crimen organizado, señalando casos en CDMX, Puebla, Sinaloa y Veracruz.

Pero la cosa no paró ahí. También denunció presuntos actos de coacción del voto. “Están repartiendo acordeones y asustando a la gente con que si no votan por Morena perderán los apoyos. ¡Falso! Los programas sociales están en la Constitución. No son propiedad de ningún partido, aunque algunos se crean dueños del país”, espetó.

Como si no hubiera tenido suficiente con el primer round, el dirigente reveló una supuesta “joyita” detectada en Tequisquiapan: documentos marcados con “4T-5C”, que —dijo— serían evidencia del uso político de los programas sociales en la quinta circunscripción. “Eso es un delito, y quienes lo promueven deberían estar tras las rejas”, lanzó.

Para cerrar con broche punzante, se fue directo contra uno de los personajes más polémicos del morenismo: Cuauhtémoc Blanco. “Lo protegen a pesar de estar señalado por vínculos con grupos delictivos. Algunos creen que afiliarse a Morena los purifica, pero lo único que buscan es impunidad”, remató.

En tiempos de campaña, las palabras pesan y las acusaciones arden. Y en Querétaro, al parecer, la contienda no será ni tibia ni callada.