Del taller al escenario: CANACINTRA reconoce a sus estrellas laborales

CANACINTRA San Juan del Río volvió a vestirse de fiesta con la novena edición del Colaborador del Año 2025, una ceremonia donde seis trabajadores fueron reconocidos por demostrar que la disciplina, la pasión y el compromiso también merecen reflectores, no solo las utilidades y los balances financieros.

El licenciado José Francisco Landeros Laiseca acudió en representación del presidente municipal Roberto Cabrera y encabezó el evento en el que desfilaron historias de esfuerzo que se convirtieron en ejemplo. Ahí estaba Melquiades Estrella Uribe, quien durante 23 años en TECNOFARMA se ganó, paso a paso, su lugar como especialista en sistemas; o María Isabel Bautista Montiel, de Yáñez Logistics, cuya productividad ya es casi marca registrada.

La contadora María Concepción Sosa Quevedo, con 19 años de experiencia en Richter, recibió aplausos sinceros por su labor financiera, mientras que Julio César Tadeo Hernández Martínez fue celebrado por sus 25 años de constancia en Artigraf, todo un ejemplo de lealtad laboral en tiempos donde muchos cambian de empresa como de calcetines. Y no faltó Ariel Abelardo Reséndiz Hernández, de Dale Gip, quien demostró que empezar como ayudante general no es obstáculo para brillar si se trabaja con empeño. El toque distinto lo puso el comandante Juan Fernando Vázquez Viveros, de Bomberos, homenajeado por su liderazgo y certificaciones que llevan el sello de la disciplina internacional.

Entre los discursos, Martín Frías Anaya recordó que “no puede haber empresas sostenibles en una comunidad no próspera” y advirtió que, tras la pandemia, la industria vive momentos volátiles donde lo único seguro es la necesidad de reconocer a la gente que mueve las máquinas y las ideas. A su estilo, Liliana San Martín Castillo, secretaria del Trabajo estatal, no se guardó la advertencia: cuando un empleador olvida motivar a su gente, está perdiendo a quienes realmente llevan la batuta en la empresa. De paso, anunció el distintivo laboral 2026, que preparará a las compañías para la jornada de 40 horas, no como imposición, sino como acompañamiento.

Entre aplausos, sonrisas y hasta un par de guiños cómplices, quedó claro que el reconocimiento laboral no solo fortalece la competitividad, también alimenta el orgullo de pertenecer. CANACINTRA lo sabe bien: retener talento no se logra solo con nóminas, sino también con un aplauso a tiempo.