¡Otra vez la basura! Roberto Cabrera llama a la ciudadanía a no sabotear el trabajo contra las lluvias

El presidente municipal Roberto Cabrera Valencia no se anduvo con rodeos: el municipio está haciendo su parte para enfrentar la temporada de lluvias, pero la ciudadanía sigue poniéndole piedras en el camino… o más bien, bolsas de basura en las alcantarillas.

Con más de 14 mil metros cúbicos de asfalto aplicados, labores de bacheo emergente y los cinco cárcamos municipales trabajando al 100%, el gobierno municipal se ha puesto las pilas para prevenir inundaciones. Sin embargo, como lo dejó claro el propio edil, de poco sirve tanto esfuerzo si los vecinos siguen tirando basura en la calle como si fuera bote de basura personal.

“Nos genera muchos problemas siempre, pero sobre todo en la temporada de lluvias”, reclamó Cabrera Valencia, visiblemente frustrado por la falta de conciencia ciudadana. “Agradezco a quienes ya están separando, embolsando y respetando los horarios… pero no falta quien, saliendo del coche, lanza la botella o el empaque directo a la calle, y eso termina bloqueando alcantarillas”.

Mientras tanto, la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, dirigida por Ernesto Mora Rico, realiza bacheo urgente, atendiendo los hoyos más peligrosos de la ciudad cada que el clima lo permite. “No podemos hacer magia: si llueve en la tarde, lo que parchamos en la mañana se deslava”, explicó. Aun así, el personal continúa trabajando a marchas forzadas, a la espera de que el clima regale “un veranito”, como le llama el alcalde, para poder avanzar en serio.

Mora Rico también informó que los cárcamos ya recibieron mantenimiento y que se han reforzado las reuniones con presidentes de colonos y delegados para reportar posibles riesgos. Pero nuevamente, el llamado es claro: sin la participación responsable de la ciudadanía, el problema se hace más grande de lo que ya es.

¿Tan difícil es esperar al camión de la basura y no aventar los residuos a media calle? Esa es la pregunta que queda en el aire cada vez que una coladera se tapa, y detrás viene la inundación.