IMSS e IMPI: ahora también curan la ansiedad… ¡con ciencia y patentes!

Por si alguien lo dudaba, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no solo receta paracetamol y largas esperas. También patenta, investiga y, ahora, va por la industria farmacéutica de la mano del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

En un acto que huele más a laboratorio que a burocracia, el director general del IMSS, Zoé Robledo, y su contraparte en el IMPI, Santiago Nieto Castillo, firmaron un convenio que busca proteger legalmente los inventos, creaciones y desarrollos tecnológicos que nacen del intelecto de las y los investigadores del Seguro Social. Sí, el mismo IMSS donde uno espera dos horas por una ficha… resulta ser la institución del sector salud con más patentes concedidas en los últimos años.

La firma se realizó en la sala del H. Consejo Técnico del IMSS, con discursos cargados de ciencia, innovación… y una pizca de política. Robledo no perdió la oportunidad de recordar que con Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de izquierda, científica de cepa y creyente en la innovación pública, el reto es doble: curar y patentar.

Y no es solo retórica. El IMSS tiene más de 700 investigadores y 41 centros de investigación que no descansan (aunque uno pensaría que sí, con tanto papeleo). Entre sus logros más prometedores está un tratamiento contra la ansiedad que no genera adicción ni tolerancia. Algo que, francamente, muchas y muchos agradecerían mientras esperan turno en urgencias.

Del lado del IMPI, Santiago Nieto celebró la alianza como si de una vacuna contra la mediocridad científica se tratara. Afirmó que esta sinergia permitirá proteger más ideas mexicanas, promover la transferencia tecnológica y posicionar al país en la vanguardia de la medicina de precisión. Nada mal para un país donde aún se imprimen recetas a mano.

Rosana Pelayo, jefa de Educación e Investigación del IMSS, subrayó que la meta es clara: transformar conocimiento en salud tangible. Habló de diagnósticos innovadores, menos años de vida perdidos y más ciencia que sí le entiende a la biología… y a la sociedad.

Y por si alguien pensaba que esto es puro rollo, Laura Bonifaz, Coordinadora de Investigación en Salud, sacó cifras: en 2024, el IMSS publicó 1,700 artículos, registró 8,742 protocolos y tiene a 36 investigadores con patentes. Una de ellas, la joya de la corona, es el tratamiento para la ansiedad antes mencionado, probado ya en cuatro estudios clínicos. Sin adicción, sin tolerancia y, ojalá, sin burocracia.

Así que, quien lo hubiera imaginado: el IMSS no solo sana cuerpos, ahora también protege cerebros brillantes. Y si todo sale bien, pronto podrá vender sus inventos, fabricar medicamentos propios y, por qué no, hacerle competencia a las grandes farmacéuticas… pero con corazón social y sello mexicano.