Centros de rehabilitación en San Juan del Río: ni posadas, ni legales, pero ahí siguen…
La muerte de un hombre al interior de un centro de rehabilitación en la colonia San Cayetano volvió a prender los focos rojos en San Juan del Río… aunque, como de costumbre, las autoridades municipales están esperando turno para actuar.
Abel Espinoza Suárez, secretario de Gobierno Municipal, confirmó que el caso ya está en manos de la Fiscalía General del Estado, y mientras tanto, el municipio sólo puede mirar desde la banca. «No podemos intervenir», dijo, como si el centro no estuviera básicamente en su jurisdicción. Eso sí, una vez que la Fiscalía dé luz verde, prometen actuar “con toda firmeza”. Como quien espera permiso para cerrar la puerta después de que se subió la casa.
Espinoza también aprovechó para presumir la clausura de otro centro irregular, ubicado en la colonia Los Rieles, que —sorpresa— operaba bajo el disfraz de una “posada”. ¿El detalle? No tenía registro como centro de rehabilitación, pero funcionaba como tal, porque en San Juan del Río, al parecer, basta con ponerle candado a una vecindad para entrar al giro.
Según el funcionario, se actuó “de inmediato” tras recibir quejas de vecinos y líderes de cinco colonias, aunque no se tienen datos precisos de cuántas personas había dentro, si había menores o desde cuándo funcionaba el lugar. Pero eso sí, los sellos de clausura ya están bien puestos. Lo demás, detalles menores.
Actualmente, no hay un conteo exacto de los centros de rehabilitación que operan en el municipio. Se estima que son unos 32, algunos ligados a organizaciones como CONCAC y otros totalmente por la libre, incluso con operadores que llegan desde el Estado de México o Hidalgo. Porque, claro, San Juan del Río parece haberse convertido en el destino ideal para abrir anexos sin mayor supervisión.
En un intento por poner orden, el gobierno municipal lanzó un programa de regularización, el primero en el estado, según información. La idea es tener control sobre estos espacios y permitir que instancias como Protección Civil, Seguridad y Secretaría de Salud puedan intervenir… eventualmente.
Mientras tanto, la ciudadanía se mantiene atenta, esperando que el próximo centro no sea otro disfrazado de pensión, o que no haya otra tragedia que ahora sí justifique una acción más contundente.
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