Querétaro “empareja la cancha”… con 1,500 millones de pesos (y una buena dosis de optimismo)

 Al parecer, el milagro queretano sigue en marcha. Luis Fernando Macías Olvera, presidente municipal de Querétaro, anunció con bombo y platillo una inversión de 1,500 millones de pesos para obras sociales, en lo que calificó como un “presupuesto histórico”. La intención, dijo, es llevar el progreso “a las entrañas” de cada barrio, colonia y comunidad. Sí, leyó bien: a las entrañas. Nada de obras superficiales; aquí se trata de cirugía mayor al olvido social.

“Estamos emparejando la cancha”, repitió varias veces, como mantra. Porque, claro, mientras unos viven en una ciudad de postal, otros apenas cuentan con drenaje o iluminación. Por eso, esta multimillonaria inversión promete canchas deportivas, parques, alumbrado, reencarpetado y otras mejoras que, según el discurso, llegarán por fin a quienes solo han visto el progreso en espectaculares.

Pero si eso no fuera suficiente, el alcalde sacó el as bajo la manga: transporte comunitario gratuito. Una medida que, según dice, ha cambiado la vida de más de 50 mil personas en la Delegación Santa Rosa Jáuregui. Ahora pueden ir al doctor o a la escuela sin dejar medio salario en transporte. ¡Hasta las brujas salen beneficiadas! Como doña Margarita de Pinto, quien solía gastar 500 pesos por consulta al Seguro. Hoy, con suerte, solo gasta paciencia.

Eso sí, la gratuidad tiene fecha de caducidad informal. Durante el primer mes cualquiera puede subirse a las vans sin más trámite. Después se requerirá una tarjeta del sistema QroBús. Eso sí, sigue siendo “cero pesos”, pero con burocracia incluida.

En el terreno de la seguridad, llega la Guardia Cívica, un modelo que, según el presidente, será ejemplo nacional (así de alto están apuntando). Estará enfocada en mediación y sanciones administrativas, y desplegará 120 nuevos elementos que ampliarán la capacidad operativa de la policía municipal. Más ojos, más manos… y más chalecos visibles en plazas y unidades deportivas.

Macías también presume que en Querétaro se gobierna en equipo. Junto con sus colegas de municipios vecinos —Roberto, Jairo, Rodrigo y Chepe (sí, así los nombró)— están aplicando operativos coordinados que, en teoría, borran las líneas entre territorios. Porque, como dijo, “los problemas no reconocen fronteras”. Y claro, tampoco las soluciones, aunque esas a veces sí tardan en cruzarlas.

En cuanto al comercio ambulante, el discurso fue claro: tolerancia cero. “Respetar los reglamentos es respetar los derechos de todos”, afirmó, dejando claro que el Plan Orden no está abierto a negociaciones. Al menos, no en el Centro Histórico.

Y a casi seis meses de su gobierno, el presidente municipal se dice “muy feliz”. Según él, Querétaro hoy es más limpio, más ordenado y con mejor mantenimiento que nunca. Incluso anunció que vienen apoyos económicos directos a mil personas como parte de los programas sociales del municipio. Todo esto, claro, enmarcado en el nuevo Querétaro: el de la cancha pareja.