¡Gran inauguración! Finalmente los niños de San Juan del Río podrán «disfrutar» de su nueva escuela «de lujo»

En un alarde de unión y esfuerzo, digno de cualquier película de héroes, las autoridades estatales, municipales y la iniciativa privada han logrado lo que parecía imposible: la inauguración de la flamante Escuela Primaria «Oscar Peralta Navarrete» en la colonia La Peña II. Este nuevo centro educativo, que costó la modesta suma de 5 millones de pesos (¡todo un logro en el mundo de la austeridad!), promete ser el faro de esperanza para los pequeños de la zona oriente de San Juan del Río, aunque claro, con la condición de que la comunidad se arremangue y cuide cada ladrillo como si de oro se tratara.

Durante el evento, la secretaria de Educación de Querétaro, Martha Elena Soto Obregón, dejó claro que la responsabilidad de mantener este «santuario del saber» no recae en los encargados de infraestructura, sino en los padres de familia y, por supuesto, en los estudiantes. «La escuela se va a mantener en la medida en que la sigamos cuidando y queriendo», indicó Soto Obregón.

El presidente municipal, Roberto Cabrera, no se quedó atrás y aprovechó la oportunidad para enfatizar que esta escuela es la «más especial» de las 250 que hay en el municipio. ¿Por qué? Porque, al parecer, la colaboración entre el estado, el municipio y la iniciativa privada es algo nunca antes visto en San Juan del Río.

Y por si eso fuera poco, el gran benefactor del proyecto, Oscar Peralta Casares, del omnipresente Grupo GMI, aseguró que esta es solo la primera etapa. En la segunda, los estudiantes podrán disfrutar de 12 aulas adicionales y una cancha deportiva techada, porque, como todos sabemos, la prioridad en la educación siempre es tener donde jugar antes que suficientes libros o materiales de estudio.

El evento fue un desfile de nombres ilustres y agradecimientos efusivos. La señora Marcela Casares de Peralta y otras figuras relevantes también hicieron acto de presencia, seguramente impresionados por la «inmensa» transformación que esta escuela traerá a la comunidad. El presidente de la Sociedad de Padres de Familia, Andrés Enrique Pérez Rodríguez, se despidió con un sentido agradecimiento, emocionado de que los niños ya tengan un lugar «digno» para estudiar, como si antes lo hicieran en una cueva.

Así que, en resumen, este es otro éxito rotundo en la colaboración entre gobierno y empresas privadas, siempre asegurándose de que las comunidades más necesitadas sean las primeras en beneficiarse… o al menos, eso parece en los discursos.